Nace un jueves 3 de Agosto de 1876 en la aldea de Caldelas de la parroquia de Ponte Ulla, municipio de Vedra (A Coruña), sería el "tapaportelos" (el último) de una familia de cinco hermanos.
Su madre Francisca tenía 39 años años cuando nació, era agricultora y su padre tenía 46, era maestro de obras en la Catedral de Santiago de Compostela, en aquel momento trabajaba en las excavaciones en el interior de la misma en las cuales tres años después (1879), se encontraron los restos del Apóstol escondidos en el siglo XVI por el arzobispo Clemente para protegerlos del Pirata Drake. El arzobispo falleció repentinamente llevándose el secreto del escondite a la tumba.
El oficio de mi abuelo era carpintero. En aquellos tiempos casi todo se hacía de madera, carros, arados, grades, canizos y demás aperos de labranza y toda la carpintería interior de la casa, excepto el suelo de la planta baja que era de tierra o cemento. Las herramientas eran muy rudimentarias, todo se hacía a mano y a pié de obra, la mayoría de las veces había que recorrer largas distancias con las alforjas de los caballos llenas, a través de montes y senderos para llegar a la obra. Fue así como mi abuelo conoció a mi abuela Elvira cuando fue hacer un trabajo a casa de sus padres en la aldea de As Carballas de la parroquia de Loimil, municipio de La Estrada (Pontevedra), distante unos ocho kilómetros, tenía que bajar al fondo de la aldea y cruzar sobre su caballo el río Ulla, subir monte a través hasta San Miguel de Castro, llegar a Balboa y desde allí por una estrecha carretera de piedra a Loimil. Aun recuerdo yo hacer ese itinerario con mis padres en 1960 cuando íbamos a comer a casa de Tía Consuelo, hermana de la abuela, el día de la fiesta de la Saleta en Agosto. Nos levantábamos a las seis de la mañana para dejar atendido el ganado y sobre las once partíamos hacia Loimil para llegar un poco antes de la comida, con la salvedad de que el río lo cruzábamos por el puente De Gundián que en tiempos de mi abuelo aun no estaba construido.
Las aldeas estaban muy aisladas unas de otras, entre ellas espesos bosques de pinos, robles y castiñeiros, apenas unos senderos cubiertos de tojo. Antaño en Galicia, muchas familias amañaban los matrimonios de los hijos incluso antes de nacer, a veces se casaban primos entre si. Mi abuelo era el único hijo de cinco que vivía con sus padres, estos eran mayores, 73 su padre y 66 su madre, por tanto no podía perder tiempo en ir y venir a ver la novia. Según el acta de matrimonio de la foto, mi abuelo se casa en 1903 en la Iglesia de A Saleta en Loimil, tenía 26 años y mi abuela 18, fue una boda relámpago de hecho quedaron dispensados de las primeras y segundas amonestaciones, las terceras y últimas fueron el domingo 15 de marzo y al día siguiente lunes 16 se casan. Dada la edad de sus padres y la dificultad para desplazarse sus padres no asistieron a la boda
en la que figuran como testigos el padre de la novia Manuel Gómez y el hermano de la misma Germán, en la certificación del acta de matrimonio no se menciona la madrina, supongo que sería por el nulo papel que la mujer tenía en aquella época. Tampoco se menciona la asistencia del delegado del juez que en aquella época, por lo menos en 1897 así consta en la boda de mis abuelos maternos, el mismo juez o un delgado iba a la iglesia para dar fe del matrimonio de los contrayentes en virtud del articulo 77 del entonces vigente Código Civil.
Formaron su hogar en Caldelas en casa de los padres de Manuel, la prisa por casarse no fue porque mi abuela estuviese embarazada, en aquellos tiempos eso era impensable, la mujer tenía que ir virgen al matrimonio, el primer hijo José María nacería 11 meses después.
Dos años mas tarde, 1905, el padre de mi abuelo, Manuel Villaverde Martínez, hace el testamento encargando a su hijo Manuel de sus cuidados y los gastos de entierro, con obligación de amortajarlo con el hábito de San José, funeral con asistencia de seis sacerdotes y dar habitación a las hermanas viudas si lo necesitasen, de su testamento se deduce que mi bisabuelo era un hombre muy previsor y muy protector de sus hijas. Al año siguiente, 1906, fallece a la edad de 76 años de enteritis. Mi abuelo tiene en este momento 30 años, mi abuela 21 y mi bisabuela Francisca 69. No dispongo de fotos de mis bisabuelos pero tiene que haberlas, ojalá pudiera conseguirlas.
1911, El abuelo emigra a Buenos Aires
Cinco años después, mi abuelo Manuel decide dejarlo todo y emigrar a Buenos Aires, tenía tenía 35 años, no sé por que decide marcharse, pues era carpintero supongo que no le faltaría trabajo. Pero no corrían buenos tiempos, ya que, en ese año se organiza el Ejército de África para mantener el Protectorado de Marruecos, recién se habían perdido las últimas colonias de Cuba y Filipinas, Europa esta en vísperas de la I Guerra Mundial y en casa había que trabajar duro para mantener 4 hijos, los años de bonanza en vida de su padre por trabajar en la Catedral se habían acabado y la vida es ahora mas dura y difícil.
En Buenos Aires ya estaban allí su cuñado Germán Gómez Andrade, padrino de boda, así como los hermanos Brusén del Ulla y varios vecinos mas de la parroquia de los que llegaban noticias que estaban haciendo fortuna, esto pudo hacer como un efecto llamada en mi abuelo que a sus 35 años, prepara su maleta y deja a su madre Francisca con 74 años, Elvira 26 y cuatro hijos pequeños, José de 7 años, Lelo de 5, Rafael de 4 y Alfonso de unos meses. Muchos hijos y su mujer muy joven, quizás también el mejor control de natalidad era poner mar de por medio, aunque emigrar a América era a veces un viaje sin retorno, por eso mi abuelo antes de partir, hizo un poder notarial para que su mujer dispusiese como mejor le conviniera durante su ausencia.
La emigración siempre estuvo presente en el alma de los gallegos, se dice que Colón era gallego, Rosalía de Castro cantó a la emigración, Castelao emigró y murió en Buenos Aires, emigrar era y es una tradición en aquella Galicia rural, el mas allá de los mares y las montañas, es lo que despierta en los gallegos ese espíritu de aventura. Trasatlánticos procedentes del norte de Europa hacían escala en los puertos de Vigo y A Coruña rumbo a América, se decía que Buenos Aires era la 5ª provincia gallega. Para los gallegos viajar a América era mas fácil que ir a Madrid donde no había barco, ni avión ni autobús, los puertos del Manzanal y Pedrafita imponían mas que los temporales del Atlántico. En los periódicos se anunciaban viajes desde 500 a 1500 pts., incluida comida a bordo, ni el hundimiento del Titanic en este año 1911, disuade e la gente de viajar, América era el paraíso lo mismo que hoy Europa lo es para los que vienen de África.
Mi abuelo pudo haber cogido el Satrústegui que según la prensa de aquella época hacia escala en Vigo. Los pasajes eran de tres clases, en los de tercera viajaban en condiciones bastante lamentables según la prensa de la época. A juzgar por la forma de vestir de mi abuelo, siempre de traje y corbata me imagino que por lo menos iría en 2ª o 1ª clase. Por la información que tengo en documentos en mi poder, se deduce que al año siguiente, 1912, su hermana Dolores, casada en Caldas de Reyes con Andrés Valladares Casares, emigra también a Buenos Aires, pero dada su edad, sobre unos 40 años, pudo haberse marchado incluso antes que mi abuelo.
Mi abuelo murió cuando yo tenia 10 años, no era muy hablador, tenía un grueso bastón de caña de bambú que me levantaba para que no jugase con él, no era muy hablador pero sus sobrinas de Loimil me han dicho que era muy cariñoso. Ni mi abuela ni mis padres me contaron nada de a lo que se dedicó durante los 13 años que estuvo en Buenos Aires, parece que trabajó para Plata Lappas como vendedor puerta a puerta de cubertería y vajilla, la cubertería aun hoy se conserva, es la de la foto.
1915, mi abuela se queda sola con sus cuatro hijos
Francisca que a sus 74 años queda con su nuera Elvira de 26 y cuatro nietos de corta edad, no tarda mucho en marcharse de la casa que la vio nacer y se fue para casa de su hija María a San Cristóbal de Merín, del municipio de Vedra (A Coruña). María es diez años mayor que mi abuelo, estaba casada con Castelao de Merín y sobre los 41 años queda viuda con tres hijos, Manuel de 18 años, José 12 y Mercedes 7, al enviudar visita con frecuencia a su madre en Caldelas.
Mi abuela me contó que su suegra Francisca era muy generosa con sus hijas, especialmente María por el hecho de estar viuda, es lo tradicional en las aldeas de Galicia, los hijos que vienen de visita se llevan, huevos, chorizos y demás productos de la casa como señal de cariño dejándose llevar por ese instinto nato de protección que las madres tienen por los hijos. Lo malo es que a veces la despensa se quedaba vacía y los de casa se quedaban a "dos velas". Cuenta mi abuela que a veces se quedaba sin tener para dar de comer a sus cuatro hijos pequeños. Así es que posiblemente no hubiese "buen rollo" entre Francisca y su nuera y sobre 1915, Francisca con 78 años decide ir para casa de su hija María, según documento que tengo en mi poder, es en este año, cuando Francisca le pasa por venta a su hija lo que le queda de la herencia de sus padres, puesto que los bienes gananciales que tenía con su marido fallecido en 1906 ya los habían repartido un año antes de fallecer este entre todos los hijos.
1917, muere Filomena la hermana mayor y en 1920 muere Francisca
Filomena es la hermana mayor de mi abuelo, estaba casada en Riobo, en el municipio de La Estrada, era como unos 16 años mayor que mi abuelo, cuando falleció tendría unos 57 años, su marido era José Villaverde Rey, tuvieron cuatro hijos, Felisa, Carmen, Manuel y Martín Villaverde Villaverde. Aunque tenían el mismo apellido, Filomena y su marido no eran de la familia, pero remotamente podrían serlo, hoy se sabría por el ADN. Yo he conocido a los hijos de Manuel ya fallecidos, un hijo de estos es un conocido médico en La Estrada.
Sobre 1902, cuando Francisca tenía unos 65 años, vio morir a su hijo de unos 30 años, José María Villaverde Fíns, casado en Santa Cruz de Rivadulla del municipio de Vedra (A Coruña), con Filomena González Campaña, dejó dos hijos Severino y Waldina la que sería madre del médico Sinde (ver árbol genealógico), quince después a sus 80 años enterraría a su hija Filomena, así es la vida de dura.
En 1920 mi bisabuela Francisca Fins Devesa fallece en Merín a la edad de 83 años, se enterró en el cementerio de Merín, mientras que su marido Manuel Villaverde Martínez, nacido en Cuntis, esta enterrado junto con los padres de Francisca en el subsuelo del hoy panteón familiar de los Villaverde en el cementerio parroquial de Ponte Ulla, paradojas de la vida.
1924, mi abuelo Manuel regresa a España
Desde la marcha de mi abuelo para Buenos Aires, mi abuela estuvo sola con sus 4 hijos pequeños, pues su suegra se fue al poco tiempo, unos tres años, para casa de su hija en Merín. Si hoy viviese mi abuela me gustaría preguntarle cono sacó sus hijos adelante. Según una carta que su hermano mayor escribió a su sobrino Ricardo, Elvira pudo recibir ayuda de sus hermanos/as de Loimil, el caso es que los hijos fueron crecieron fuertes y sanos y con muy buena educación.
En 1922 el hijo mayor José cumple dieciocho años y dentro de dos sera llamado al servicio militar. En España soplaban vientos de guerra, un año antes, 1921, había ocurrido el Desastre de Annual, en el que el Ejército español sufrió una humillante derrota en África a manos de las tribus rifeñas, acaudilladas por Abd el-Krim con mas de 13.000 muertos. Quizás mi tío José vió que la cosa se estaba poniendo fea y decide marchar para Buenos Aires al encuentro con su padre, su tía Dolores y su tío Germán también estaban allí, de esta manera se libraría del servicio militar, en aquellos momentos de tres años y el más que probable destino a la Guerra del Rif que el gobierno español del General Primo de Rivera mantenía en Africa para recuperar los territorios perdidos en Annual. En aquellos tiempos a la mili iban los pobres, pues los ricos enviaban un sustituto o pagaban para hacerla en menos tiempo y en la unidad militar de su conveniencia. Pero una forma un tanto picaresca de librarse de la mili, era emigrar a América.
Previamente a su marcha mi abuelo envía una foto a su hijo para que le reconozca al llegar a Buenos Aires, tendría unos 42 años, ahí se le ve un señor, bien vestido, peinado y con un magnífico aspecto. Se dijo que José fue para comprobar que su padre no tenía otra mujer en Buenos Aires. Pero en una de sus cartas que tengo en mi poder, tío José reconoce "no haberse portado bien" con su madre y este es quizás sea el verdadero motivo por el que quiere marchar de casa, porque cree que con su padre se llevará mejor que con su madre, un poco parecido a lo que sucede hoy día con los hijos de padres divorciados.
Tío José se reúne con su padre después de una larga travesía de un mes, allí se alojaría en la casa donde vivía su padre que probablemente viviese con su hermana Dolores que vemos en la foto, la chica que esta al lado de José es su prima Luisa. José y su padre estarían juntos unos dos años hasta que en 1924 su padre decide volver a España.
Mi abuelo parecía vivir bien en Buenos Aires, pero pudo ser la morriña, la llegada de su hijo, las ganas de ver a su familia a la que no ve desde hace trece años, su edad 48, el caso es que decidió regresar a su tierra en la que algunas cosas habían cambiado, su madre Francisca y su hermana Filomena habían fallecido, su mujer Elvira que dejo con 26 años tiene ahora 39, y sus hijos Manuel 18, Rafael 15 y Alfonso 13 son ya unos mozalbetes, por lo que mi abuelo cree que le ha llegado el momento de poner fin a su estancia en Buenos Aires, se despide de su familia en Buenos Aires, cuñado, hermana, amigos y de su hijo José, ahí están en la foto muy sonrientes, quizás inconscientes de que esa será su última despedida.
En la foto vemos el momento de su desembarque en Vigo, por la vestimenta me imagino seria en invierno por navidad, el barco podía ser el "Sierra Morena" que era el que operaba por esas fechas. No vino muy cargado, ademas de su maleta que vimos en la foto, trajo un baúl con una cubertería y una vajilla que parece ser es lo que el vendía allí en Buenos Aires. No trajo dinero, pues allí según cuenta su hijo José en una de sus cartas, "cuanto se ganaba, cuanto se gastaba", eso si, parece que se le había olvidado el gallego, pues hablaba castellano con un cierto acento argentino.
1926, nace un nuevo hijo y los dos mayores se van.
Trece años de separación son muchos para un matrimonio en lo mejor de su vida, asi es que el amor y la pasión se despertaron de nuevo, con tanta fuerza, que Elvira queda embarazada de nuevo y en enero de 1926 nace un nuevo zigoño al que pondrán por nombre Ricardo que nace para ser cura.
Al año siguiente (1927), el hijo mayor Lelo que ya tiene 21 años se marcha al Servicio Militar, como era de esperar le tocó África que aun olía a pólvora de la recién terminada guerra del Rif, ahí le vemos en la foto en Algeciras antes de coger el barco para Ceuta, llama la atención que es el único con corbata, en los Villaverde de Caldelas la corbata era una seña de identidad. Al finalizar la guerra del Rif, Primo de Rivera había reducido la mili de tres a dos años, los cuales mi tío pasó allí macizos sin venir a casa hasta su licenciamiento en 1929. En 1928 su hermano José le escribe desde Buenos Aires quejándose de no tener noticias suyas, le dice estar preocupado, que si se encuentra vivo y no es de extrañar pues en aquellos tiempos ir a a la mili a África era peligro de muerte. Al año siguiente, 1929, regresa Lelo del servicio militar, sano y salvo, y unos meses después contrae matrimonio yendo a vivir a la casa de su mujer Concha Gondar en Puente Ulla.
A finales de Enero de 1930, Primo de Rivera dimite como Presidente del Gobierno exiliándose en Francia, ocupa su puesto el General Berenguer que en su corto mandato redujo la mili de dos años a uno. Este mismo año, 1930, Rafael, mi padre, marcha al servicio militar, a "Servir al Rey" como se decía entonces, se decía así porque al Ejército se le consideraba propiedad del Rey. Hace el campamento en Parga (Lugo) y luego lo destinan al cuartel del Hórreo en Santiago de Compostela, hoy Parlamento de Galicia, juró tres veces Bandera, la roja y gualda de fidelidad al Rey Alfonso XIII, la tricolor de fidelidad a la República y durante la guerra otra vez la rojo y gualda.
Mis abuelos Manuel y Elvira se quedan solos con su "zigoño" Ricardo de 4 años y Alfonso de 19, este último se quedaría ciego de un ojo tras un accidente de escopeta, por este motivo no va a la mili, pero ya mismo se casa con una vecina de la aldea, Dolores Camino, haciendo vida vida independiente con ella.
Volver a empezar, mi abuelo empieza a trabajar en el aeropuerto de Lavacolla
Mi abuelo que tan lúcido y guapo venía de Buenos Aires no se imaginó que a su vuelta a España le esperaba una vida quizás mas dura que la que tenía cuando se marchó. Hay que sacar adelante al nuevo "zigoño", Ricardo, que promete ser un niño muy inteligente con un don especial para el estudio y mi abuelo busca trabajo para traer dinero a casa.
En 1932 unos aficionados a la aeronáutica inician la construcción de tres pistas de aterrizaje en Lavacolla. La pista mas grande mide 1100 metros y es la que sería el engendro del actual aeropuerto. Según cuenta mi abuela, fue aquí donde mi abuelo a sus 56 años vuelve a coger su caballo con un poco de caldo en sus alforjas y desde Caldelas cabalgar unos 15 km., via Codeso, El Forte, Boqueixón hacia Lavacolla para trabajar en aquellas obras, posiblemente en la construcción de un barracón de madera que se hizo para los pasajeros.
En la Guerra Civil se utilizaron aquellas pistas para vuelos a Salamanca, Valladolid y Zaragoza. Según Wikipedia después de la guerra "presos políticos que malvivían en un campo de concentración realizaron trabajos forzados en la ampliación del aeropuerto". En 1948 es asfaltada la pista, en 1953 se construye otra pista de rodadura y un estacionamiento y en 1960 se construye la torre de control dando comienzo al tráfico comercial con los aviones de la época.
1932, su hijo Rafael regresa de la mili
El regreso de mi padre a casa después de la mili le vino muy bien a mi abuelo para ayudar en casa. Mi padre era un "todoterreno" que lo mismo sabia cultivar la tierra, como de peluquero, panadero, etc., era un "manitas". Al llegar de la mili se levantaba muy temprano para hacer el pan en la panadería del tío Gerardo y su tía Consuelo en Loimil. Alfonso XIII se había marchado al exilio y España era una República y su presidente era Niceto Alacalá-Zamora. Cuenta mi padre que un día le detuvieron por el camino y le preguntaron por su ideología, como no sabia quienes eran, les dijo: "yo soy de los tuyos, de los tuyos" y a continuación le llevaron detenido hasta la panadería y allí les entregó todo el pan de la hornada dejándolo libre pero no pudo saber si eran republicanos o monárquicos. Temió por su vida pues la gente aparecía muerta, asesinada en las cunetas simplemente por su ideología.
En 1936 se casa mi padre llevando a mi madre para casa de sus padres en Caldelas, que sería muy bienvenida por mi abuela que necesitaba ayuda para sus labores, no obstante la luna de miel duraría poco pues mi padre es movilizado para ir a la Guerra de la que regresa sano y salvo en 1939.
En 1940 el "zigoño" Ricardo marcha para el Seminario en Santiago de Compostela
Las cosas se complican mas aun, mi abuelo con 64 años y mi abuela con 55, tendrán que buscarse la vida para su hijo Ricardo pueda hacer la carrera de cura en el Seminario, empresa en la que mis padres estaban implicados pues eran los que estaban en casa y estaban obligados a ayudar. Mi padre al llegar de la guerra trabajó de panadero, en la vía del tren, en el tunel del ferrocarril, de jornalero, etc. etc. etc., era una máquina y lo que ganaba no solo era para mantener a sus hijos sino también para su hermano que vivía una pensión en Santiago y a partir de aquí el resto de vicisitudes de mis abuelos se puede seguir en
en el especial dedicado a Ricardo
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